Hepatitis C: Una historia médica con final feliz

Hepatitis C
España ha sido pionera en la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos para la hepatitis C.

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La historia de la hepatitis C es sin duda una de las más esperanzadoras de la medicina moderna. Una historia que comienza con una enfermedad prácticamente desconocida y que continúa con el hallazgo de una cura, los antivirales de acción directa (AAD), una innovación médica que permitió tratar a unas 160.000 personas en nuestro país en menos de una década y salvar miles de vidas.

El Día Mundial de la Hepatitis es un gran momento para recordar los grandes hitos que nos han acercado a la eliminación de la enfermedad, así como la importancia de continuar trabajando para erradicar este problema de salud pública.

El éxito de España en la eliminación de la hepatitis C se debe a una combinación de varios factores clave. En primer lugar, el compromiso y la coordinación. Tanto las autoridades sanitarias como las sociedades científicas nacionales se han implicado en la lucha contra el virus de la hepatitis C al establecer diversas estrategias nacionales y regionales y coordinar a diferentes actores claves entre sí: hospitales, profesionales de la salud y organizaciones no gubernamentales entre otros.

En segundo lugar, España ha sido pionera en la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos y en la implementación de estudios clínicos para evaluar la eficacia y seguridad de los mismos. Esto ha permitido la disponibilidad de opciones terapéuticas más efectivas y ha contribuido al avance del conocimiento científico sobre la enfermedad.

Otro factor fundamental ha sido el acceso universal a los tratamientos: Desde la introducción de los AAD en 2015, España ha sido capaz de garantizar el acceso equitativo a estos medicamentos para todos los pacientes con hepatitis C, independientemente de su estado de fibrosis hepática o de su situación económica. Esto ha permitido tratar a un gran número de pacientes y reducir la carga viral de la enfermedad en la población.

En este sentido la colaboración entre el sistema público de salud, los hospitales y la industria farmacéutica ha sido fundamental para facilitar el acceso a los medicamentos y agilizar su distribución. Además, la industria ha realizado inversiones en investigación y desarrollo, lo que ha contribuido enormemente a mejorar la eficacia y seguridad de los tratamientos.

A estos factores se suman las estrategias de detección y diagnóstico de la hepatitis C. Se han realizado pruebas a los grupos de riesgo, cribados sistemáticos en poblaciones proclives al contagio, se han realizado pruebas diagnósticas en atención primaria, así como cruce de bases de datos para recuperar pacientes «perdidos» en el sistema. Esta concienzuda labor ha permitido identificar a un mayor número de personas infectadas y dirigirlas hacia el tratamiento adecuado.

Todos estos elementos nos han acercado en un breve periodo de tiempo a los objetivos marcados por la OMS: conseguir eliminar las hepatitis virales como problema de salud pública en 2030. Pero el trabajo continúa, y esto lo podemos ver reflejado a través de proyectos como el «Decálogo para la Eliminación de la Hepatitis C en los hospitales», o la certificación de los hospitales en la «Excelencia en la implementación del Decálogo para la eliminación de la Hepatitis C». Estas iniciativas ayudan a establecer estándares de calidad y buenas prácticas en la atención y tratamiento de la hepatitis C, lo que garantiza que los hospitales cumplan con los criterios necesarios para ofrecer una atención integral y de calidad a los pacientes.

Solo necesitamos un último esfuerzo para lograr ese objetivo marcado por la OMS, pero soy optimista y estoy segura de que lo vamos a conseguir: La hepatitis C no se podrá erradicar porque no hay vacuna, pero no será un problema de salud pública en 2030 y tendrá el final feliz que esta historia y todos sus protagonistas, incansables profesionales, se merecen.

Rocio Aller

Secretaria Científica de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH)

Investigadora del CIBER

Especialista en el aparato digestivo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid

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